Cómo enfrentar una subasta para obtener el mejor precio

Fecha: 18/12/2022

Un martillo, un objeto o inmueble que se venderá a un precio que debe convenir tanto al vendedor como al comprador, expectativas y una transacción que puede durar desde minutos hasta horas, es básicamente lo que ocurre en una subasta cuyo remate fue publicado con anterioridad.

Oferta y demanda en esta instancia se debaten en un solo lugar, sin más intermediario que el martillero, y se define el precio final según el mínimo publicado hasta la suma que logró el mayor puje.

Existen dos tipos de remates: los judiciales y los públicos. Los primeros son ejecutados por martilleros inscritos en la Secretaría de la Corte de Apelaciones, mientras que en los remates públicos un particular es la persona que inicia el proceso para luego ser ejecutado por un martillero público registrado en la Subsecretaría de Economía.

Un comprador informado hace la diferencia

Según los especialistas, lo primero que se debe tener presente es que antes de acudir a un remate y subasta, hay que tomarse el tiempo para estudiar esta transacción en específico.

Los objetos o muebles pueden ser revisados por el público que asistirá a la cita algunos días antes de efectuarse el evento. Si se trata de propiedades más grandes como oficinas, casas o departamentos, los tiempos pueden dilatarse a unas tres o cuatro semanas.

Según portalinmobiliario.com. la mayoría de los remates son de inmuebles como casas, seguidos de departamentos y otras propiedades. Los motivos más frecuentes para subastar una propiedad son contribuciones impagas, disputas entre familiares por derechos de herencias, necesidades financieras y otros motivos como separaciones o deudas impagas.

Ante todo, lo que se debe tener en consideración es llegar con anticipación a las subastas, ya que además de perderse quizás algunas novedades, hay algunas normas o reparos que tienen las casas de remates a los cuales hay que estar atentos. Por no seguir alguna regla puede incluso perder una compra que haya realizado.

Ya instalado anote el número del o los lotes de objetos que le interesen, pues así tiene claridad de lo que pretende adquirir y hacer un cálculo más acertado de cuánto está dispuesto a pagar por ello.

La información es otro tema importante a considerar a la hora de asistir a un remate. Cotice en otros lugares, pues puede que el mismo objeto que se está buscando en un remate esté más barato en otra parte.

Además, tenga en cuenta la comisión del martillero más el IVA. Una cosa es el valor del objeto y otra el monto final que se debe pagar por el mismo. En algunos casos, el objeto puede quedar al final con un valor igual o más caro que en el mercado. Este puede ser el punto más relevante a tener en cuenta para una compra ideal.

Algunos términos a considerar

Para quien quiera acceder a estas subastas es importante tener claros algunos conceptos. Por ejemplo, a lo que se conoce como “lotes” son las piezas u objetos que están dispuestos para el remate. Estos pueden ser revisados por los interesados algunos días antes de efectuarse el evento. Si se trata de propiedades como casas y departamentos, los tiempos se extienden a unas tres o cuatro semanas.

La subasta si bien es considerada lo mismo que un remate, es justamente la consumación en sí del acto de remate, es decir la venta previo justiprecio de los bienes sujetos al procedimiento.

La mayoría de las veces, los objetos o propiedades se publican en diversos periódicos los días domingos o se comunican en sistemas online, donde ya hay varias casas de remates que han optado por esta modalidad.

Para ello la publicación o remate sale con una semana de diferencia más o menos del día de la subasta.

El rol del martillero y los costos asociados

La persona que cobra mayor relevancia en este proceso es el martillero, quien tiene la tarea de moderar este evento a través de la comunicación de los valores que van surgiendo y dar por terminada la transacción con el valor pactado.

A este “mediador” se lo capacita para que el evento sea lo más atractivo pero a su vez transparente posible. La empatía con el público es clave para que se lo vuelva a llamar a otra de estas licitaciones. El costo de su trabajo variará dependiendo de la casa de subasta. Es obligación de cada martillero publicar en los avisos cuál es su comisión.

Antes de concretar la compra, las casas piden entre un 10 a 50% del valor del lote como garantía, y la compra se puede retirar el mismo día o hasta tres días después de la adquisición.

En general, las casas de remate en Chile no suelen entregar garantías de tiempo o devolución a los compradores, ya que se entiende que están comprando objetos usados, que además se muestran por un período de tiempo suficiente como para examinarlos y hacer una compra informada.

A la hora de los pagos, las casas de remates exigen que se hagan a través de efectivo o cheque, aunque acorde a los tiempos que corren, están ganando cada vez más terreno las transferencias electrónicas o el pago con tarjetas de crédito.

Con estos consejos simples será más fácil que obtenga lo que usted desee a un precio razonable.

Fuente: Economía y Negocios

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