Seguridad de las construcciones ante un movimiento sísmico
Fecha: 17/12/2022
El Director de la Escuela de Construcción de Duoc UC, José Pedro Mery, explica los alcances.
Chile es a menudo portada internacional por los movimientos sísmicos que ocurren en el territorio nacional. Y no podía ser de otra manera, ya que somos el país más sísmico del mundo por la alta frecuencia y magnitud de los eventos.
¿Debería ser esta característica un motivo de preocupación?
Por supuesto que sí. Pero por sobre todo debemos ocuparnos. Y esto último es lo que se ha hecho desde comienzos del siglo XX. Desde hace poco más de 100 años, Chile ha comenzado a ocuparse por desarrollar sistemáticamente edificios e infraestructuras más seguras y resistentes frente a movimientos sísmicos.
Luego del destructivo terremoto de Valparaíso en 1906, las obras de construcción comenzaron a incorporar elementos estructurales como el hormigón armado y el refuerzo de albañilerías para evitar colapsos. Posterior al terremoto de Talca en 1928, se publicó el primer reglamento de diseño sísmico que comenzaría a regir siete años después en la OGUC. Desde entonces, las normas de diseño no solo se han ido aplicando, sino que además se han ido perfeccionando luego de cada evento severo.
Actualmente, las normas incorporan también el diseño sísmico de elementos no estructurales y, por supuesto, el gran avance tecnológico en materia de aislación sísmica, tanto para reducir los daños estructurales como para atenuar la percepción de los movimientos y generar tranquilidad en los usuarios.
¿El estado del arte actual de las normas sísmicas y su aplicación es garantía de seguridad para las construcciones y sus usuarios?
De acuerdo al sostenido desarrollo que ha tenido la ingeniería sísmica, su aplicación durante los procesos constructivos formales y a los efectos de los últimos grandes eventos (Concepción 2010, Iquique 2014 y Coquimbo 2015), es posible afirmar que en Chile se ha construido con seguridad y que además va a la vanguardia internacional en el diseño y construcción antisísmica.
Las obras de construcción habitacionales, comerciales, industriales, hospitalarias y diversas obras civiles han tenido en general una muy baja prevalencia de colapsos, lo que se refleja en el bajo número de víctimas y en el relativamente corto plazo de recuperación de las estructuras y funcionamiento de las ciudades.
Mientras que en otros países, los habitantes evacúan las edificaciones durante un sismo o posterior a él por riesgo de colapso, la práctica nacional es permanecer en ellas durante el sismo, mantener la calma y evitar la caída de objetos y elementos no estructurales. En términos generales, la evacuación debería ocurrir solo una vez haya terminado el sismo.