Edificios de departamentos tardan hasta cuatro años en ser vendidos
Como parte de su visita para encabezar la reunión de directorio de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) en la ciudad, el presidente del gremio, Sergio Torretti, analizó el momento que atraviesa el sector inmobiliario en Calama, donde asegura hay un estancamiento en la venta de departamentos nuevos, producto del mal momento de la minería y su impacto negativo en el empleo, que en la última medición del INE alcanzó un 11,5%.
Menos compradores
Respecto a este escenario, Torretti detalló que el sector inmobiliario, tanto en Calama como en el resto del país, vivió hasta antes de 2016 un muy buen momento en términos de ventas. “Boom” que “fue impulsado de forma bastante artificial por la entrada en vigencia de la ley del IVA, que generó una demanda para adquirir viviendas más baratas, lo que implicó un aceleramiento y una concentración de la construcción, que hoy y como era previsible, terminó”.
La nueva normativa, a la que hizo referencia el ejecutivo, estableció que desde el 1 de enero de 2016, aunque con una aplicación gradual y con algunas exenciones, el negocio de la venta de casas nuevas y usadas debía pagar un 19% por concepto de Impuesto al Valor Agregado (IVA). Fue así que para evitar este gravamen, que es parte de la Reforma Tributaria, los chilenos apresuraron la decisión de comprar.
Situación muy distinta a la que experimenta el sector inmobiliario en la actualidad, aseguró el ejecutivo: “la verdad es que está en un estancamiento bastante grande, incluso aquí en Calama tenemos una serie de obras, de edificios, en que las velocidades de venta de estas unidades supera los tres a cuatro años, dado lo deprimido que está la actividad minera, que es muy importante y que mueve en forma esencial este mercado inmobiliario”.
Torretti agregó, sobre la velocidad de venta, que “si hoy tengo un conjunto de 50 departamentos para vender y mi velocidad de venta mensual es de menos de uno al mes, o sea, vendo dos en tres meses, esa estadística refleja que, del total de unidades a la venta, hay un plazo de demora de tres a cuatro años para vender el stock de departamentos en altura con la situación actual”.
Bancos más exigentes
El presidente de la CChC, consultado sobre si los nuevos requisitos de la banca para acceder a créditos hipotecarios, que ahora exigen el 20% del valor del inmueble como pie, hace aún más difícil la reactivación del mercado; sostuvo que esa política de las instituciones “es obvia y consecuencia de la falta de inversión y crecimiento en el país. Por qué la banca se pone más exigente, porque obviamente las fuentes de trabajo de las personas se vuelven más precarias o pierden sus trabajos estables y pasan a un mercado más informal”, inquirió.
En este contexto de inestabilidad económica, agregó, “el otorgamiento de créditos por parte de la banca se hace, obviamente, más restrictivo y exigiendo una serie de condiciones que en tiempos de crecimiento y de desocupación en índices normales, no exigiría (…) Hoy tenemos indices sobre el 11% de cesantía en Calama, contra un promedio a nivel país de un 6,7%”.
“En el área construcción, en general, tenemos un promedio que ya llegó al 11% de cesantía, lo que no se veía hace muchos años y es un aspecto que nos tiene muy preocupados y la única manera de avanzar y solucionarlo es con el fomento al desarrollo, la inversión y poner el crecimiento como meta para poder salir adelante. Ese es el foco de nuestra preocupación”, complementó sobre la desocupación el timonel de la Cámara.
Construir ciudad
Sergio Torretti, continuando con su análisis de la realidad de Calama, profundizó en las directrices que debieran guiar el desarrollo de la ciudad, las que a su juicio “debe poner en el foco a las personas y esto lo quiero ejemplificar, porque es parte del desarrollo futuro de ciudades como Calama. Hoy, para construir una ciudad, barrio o comuna, no basta con construir viviendas o techos, hoy la persona tiene que ser el centro de todas las iniciativas de desarrollo”, recalcó.
“Con esto, agregó, quiero decir que al mismo tiempo que nos preocupamos de vivienda y techo, nos tenemos que preocupar de su entorno, de espacios públicos, de generar una calidad de vida para las personas que vivirán en estos conjuntos, en esta proyección futura de la ciudad”.
Esfuerzo que debe ir incluso más allá, dijo, pues en el desarrollo de la ciudad debe ser materia de preocupación la salud, educación y seguridad de sus habitantes. Esto, debido a que “en el desarrollo de futuras ciudades como Calama, tenemos que estar preparados para recibir, en los próximos años, a miles de personas y debemos preocuparnos de dónde vivirán y cuál será su entorno”, advirtió.
Plan regulador
Para generar un cambio en la forma en que se hace ciudad en el país, y en Calama, explicó el presidente de la Cámara, “además de trabajar todos conjuntamente, debemos preocuparnos de sacar adelante los planes reguladores comunales e intercomunales, porque esa es la manera de planificar con una viabilidad real y hacia adelante las ciudades”, detalló.
En este mismo sentido, dijo que “no puede ser que la antigüedad de los planes reguladores en nuestro país sea de 17,5 años, mientras que en los países desarrollados los planes se revisan cada tres años, porque de lo contrario se vuelven ineficientes y obsoletos”, criticó.
En el caso de Calama, continuó, “se comenzó a ver un plan en el año 2016 y espero que las autoridades y la comunidad entiendan que estos planes, no por buscar la perfección, se pueden eternizar. Más vale tener un plano regulador vigente, que se revise cada dos o tres años”, recomendó.
Calidad de vida
El máximo ejecutivo de la CChC también se refirió al resultado del Índice de Calidad de Vida Urbana (ICVU) 2017, elaborado por el Núcleo de Estudios Metropolitanos de Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales de la Pontificia Universidad Católica (PUC) y la Cámara Chilena de la Construcción entre 2013-2017; en el que Calama subió 25 lugares.
“La ciudad subió, es algo importante y nos alegramos mucho, pero están en la medianía de la tabla, con una baja en el índice de vivienda y entorno. Entonces estos índices son muy importantes y dicen mucho para estar atentos a cómo va evolucionando y cuáles son las prioridades de desarrollo y dónde tenemos que focalizar las inversiones para la ciudad. No para competir con otros simplemente, sino que para avanzar”, expresó.